El plan, según informa el Cabildo en un comunicado, pretende adoptar las medidas adecuadas para la protección, conservación, fomento y ordenado aprovechamiento del recurso cinegético en Gran Canaria.
El periodo de vigencia será de 5 años a partir de su aprobación y regulará la caza de las especies cinegéticas -conejo silvestre y perdiz roja como especies principales y paloma bravía, tórtola común, codorniz común y especies asilvestradas como especies secundarias-.
La superficie total restringida para la actividad cinegética por los espacios naturales protegidos, supone un 11,12 % del territorio insular -17.350 hectáreas-.
En lo que respecta a la caza del conejo, el periodo hábil deberá extenderse desde mediados de agosto, hasta el final de octubre o primera semana de noviembre, si bien en el caso de abundancia relativa se incrementarán las jornadas de caza dentro del periodo propuesto, pero éste no se ampliará, sin perjuicio de la declaración de zonas de emergencia cinegética como herramienta de gestión.
Podrá realizarse además, si se estima oportuno, la separación de los periodos de caza para la perdiz y el conejo, extendiéndose en este caso el periodo de caza para la perdiz roja desde la primera semana de noviembre hasta finales de diciembre.
En cuanto al sistema de suelta, se recomienda la suelta de un máximo de 1.500 parejas reproductoras por año que cubra las necesidades de los dos cotos intensivos y la celebración de campeonatos a nivel insular.
El número de cazadores de perdiz se obtiene a partir de las estadísticas de licencias y de las encuestas cinegéticas, estableciéndose en 2.000 puristas de la especie y 4.000 que la cazan al salto mientras desarrollan la caza del conejo con escopeta, perro y hurón.
Un cazador de perdices invierte aproximadamente 4,45 horas para abatir una perdiz, aumentando la eficacia un 23% si se trata de cuadrillas de 3 cazadores y 5 perros, con una duración media de la jornada de caza de 6,2 horas y un coeficiente de asistencia del 70%.
Así, cada cazador abate 0,7 perdices/jornada de media.
Así, cada cazador abate 0,7 perdices/jornada de media.
Para la caza de la codorniz, el periodo hábil de caza deberá extenderse entre los meses de septiembre y noviembre, época en que ya ha migrado la mayoría del contingente hacia África, quedando en la isla las aves residentes invernantes.
A este respecto deberá crearse un centro de recuperación de la codorniz común a partir de ejemplares de campo que deberán analizarse para contrastar su pureza genética.
Para la tórtola común el periodo de caza se extenderá desde mediados de agosto hasta octubre, si bien el inicio del aprovechamiento coincide con la migración al continente africano, lo que la convierte en una especie secundaria en lo que se refiere a su aprovechamiento.
La paloma bravía es actualmente la especie que se encuentra en mejores condiciones, fruto de la menor presión cinegética -solo un 2,2 % de los cazadores de la isla son puristas de la especie y un 30,1% la cazan al salto, cuando se dedican principalmente a la caza del conejo- y de la ausencia de patologías de importancia en la especie.
El periodo de caza podrá extenderse desde septiembre a diciembre, ambos inclusive, determinándose su extensión en función de las tasas de aprovechamiento obtenidas a partir de los censos anuales.EFE
.Fuente: ABC.es
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ACEC Por la Caza y su Preservación