domingo, 9 de mayo de 2010

La Tahonilla: el hospital de los animales

EL DÍA, S/C de Tenerife
El Centro de Recuperación de Fauna Silvestre La Tahonilla se ha convertido en un referente en Canarias en cuidados de urgencia y recuperación de la fauna autóctona y marítima.

La fauna silvestre de Tenerife tiene un gran aliado que desde hace muchos años trata de cuidar la vida salvaje de la Isla y todos sus ecosistemas, ya sea en tierra como en la mar. La referencia en este sentido es el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre La Tahonilla, una infraestructura adscrita al área de Medio Ambiente del Cabildo insular en el que el cuidado de los animales heridos que llegan por un motivo u otro es la máxima prioridad.

Búhos, halcones, cernícalos, perdices, largartos, murciélagos, erizos y tortugas de distintas familias son los animales que más pasan por el centro de recuperación después de tener algún trance y que, gracias a los ciudadanos, se les puede dar asistencia después de un concienzudo estudio. Sólo el año pasado pasaron por el centro 776 animales, de los 316 fueron recuperados para la vida silvestre. El resto o bien ya llegaron muertos al centro o perecieron en el transcurso de la asistencia o la recuperación.

El veterinario de La Tahonilla, Santiago Mayans, explicó que no sólo la labor del centro es "la atención a los animales, sino la educación medioambiental que se hace con lo cual cada año que pasa tenemos más llamadas de personas implicadas por la fauna silvestre, y no ya sólo por ésta, sino por flora. Entendemos que el trabajo que se hace estimula mucho más teniendo como consecuencia que la sociedad tinerfeña esté más comprometida con su conservación medioambiental y eso es muy importante".

Protocolo.- Dejando claro que cada rescate es distinto según el animal de que se trate, los técnicos del centro mantienen un protocolo genérico desde el momento en que los ciudadanos avisan de que hay una animal herido, una ave que no puede volar o uno que se encuentra varado en una playa.

En este sentido, Mayans explicó que "nosotros tenemos un servicio de 12 horas diarias todos los días de la semana. Vamos a recoger a los animales donde sea. A veces trabajamos en colaboración con las policías locales de los ayuntamientos o con Protección Civil, ya que muchos ciudadanos depositan los animales en sus dependencias porque muchas veces la gente se plantea qué hacer con el animal y no sabe actuar".

Una vez que el animal es recuperado, se hace una evaluación, se comprueba qué lesiones tiene y cuáles son las consecuencias de que un ciudadano haya podido hacer una captura de este tipo. El veterinario indicó que "una vez analizado el problema vemos las posibilidades de supervivencia del animal. Si tenemos bastante seguridad que el animal puede sobrevivir y que se puede volver a reintegrar a la vida silvestre, pues ponemos todos los medios sobre la mesa".

"Si por desgracia las posibilidades de rescate y recuperación para poderlos reintroducir no son óptimas, pues tenemos que adoptar una decisión y ésta es drástica".

Fauna marina.- En el caso de la fauna marina, el protocolo es distinto. Si se trata de una tortuga caretta-carreta o boba, no hay existen mayores dificultades. Un problema distinto es la extracción de una tortuga laúd, de unos 200 ó 300 kilos, que además suele aparecer muerta. En este sentido se le realiza una necropsia para ver cuáles son las causas de la muerte si lo está, si está débil se le presta atención y si tiene algún tipo de patología se le intenta tratar. "En este apartado con las tortugas tenemos niveles de éxito muy altos y muy buenos", destacó el experto responsable de La Tahonilla.

Qué hacer con un animal.- Si los ciudadanos perciben que un animal se encuentra en mal estado, el cuidado es fundamental, "pero lo más importante de todo es su protección personal. Es importantísimo. Si tenemos un aguililla o un cernícalo, otra ave o un mamífero, lo normal es tirarle una toalla o una prenda encima y capturarlo con muchísimo cuidado. Lo introducimos en una caja de cartón con agujeros y lo dejamos tranquilo y a oscuras".

Inmediatamente se pueden poner en contacto con el centro en el número 922-250002, con la Policía Local del municipio o el 112, "que ya se ponen en contacto con nosotros para buscarlo. Lo que sí es importante es que la gente no les dé de comer, que no los medique y que no haga nada. Muchos envenenamientos o intoxicaciones se resuelven simplemente dejándoles tranquilos. Si a un animal se le fuerza a comer o tomar medicamentos se puede hacer lo contrario de lo que se pretende y finalmente muera el animal".

Tampoco se puede llamar por cualquier animal. Mayans explicó que los perros y gatos asilvestrado no se contemplan como animales silvestres que entran dentro de las asistencias del centro de recuperación. "Para ellos hay otras entidades encargadas", dijo.

Tratamiento de cetáceos.- El problema de los cetáceos se ha incrementando en los últimos años con los varamientos. "Cuando viene un animal de estos a varar hay que entender que viene a morir, con la excepción de los varamientos masivos que a veces se producen. En el caso del varamiento de un animal este está o muerto o próximo a morir. Aquí intervienen distintas administraciones, desde el Seprona, ayuntamientos y el Gobierno de Canarias, que estudia específicamente cada uno de los varamientos.

Las sorpresas.- A lo largo de años del Centro de Recuperación, los técnicos se han enfrentado a situaciones difíciles o sorpresivas, como la ocasión en la que un ciudadano "nos llama para advertirnos que hay dos serpientes pitón sueltas. Eso sólo requiere que vaya la Policía Local y el Seprona. Si no se cogen vivas se tienen que coger muertas porque representan un peligro altísimo".

La cetrería también ha permitido la asistencia a animales bellísimos, rapaces de un porte, vigor y elegancia extraordinaria. Son animales de un gran valor que están muy controlados y que sus dueños los vienen a recoger de inmediatez.

Fuente:El DÍA.es