El Día de Córdoba | JOSÉ M. DOMÍNGUEZ
El objetivo de esta medida es reducir la población de este animal en determinados terrenos cinegéticos con plan técnico de caza en vigor en el que se contemple el control de daños por conejo y se localicen en los términos de Aguilar de la Frontera, Baena, Benamejí, Bujalance, Cabra, Cañete de las Torres, Castro del Río, Córdoba, Encinas Reales, Espejo, Fernán Núñez, Lucena, Moriles, Montalbán, Montemayor, Montilla, Monturque, Palenciana, Puente Genil, Santaella y Villa del Río. La resolución de la Consejería de Medio Ambiente estará vigente hasta la finalización de la temporada cinegética 2010-2011, aunque podrá quedar suspendida en los términos municipales en los que se constate que han desaparecido las causas que han motivado su declaración.
Esta situación permitirá utilizar diferentes métodos de captura en los espacios señalados, como en vivo con hurón y redes o mediante capturadero. Además, la norma prevé el uso de armas de fuego. En este sentido, detalla que podrán utilizarse, sin perjuicio del periodo hábil de caza de la especie, todos los días de la semana desde el 6 de septiembre hasta el 9 de octubre y desde el 29 de noviembre al 24 de abril. Durante estos periodos, no deberá perjudicarse al resto de especies silvestres, según la Junta, que añade que cada cazador podrá emplear un máximo de tres perros desde el 15 de agosto al 13 de febrero.
Asimismo, la Consejería de Medio Ambiente ha aclarado que, para facilitar la correcta aplicación de las medidas y aumentar su efectividad, quedan suspendidas las autorizaciones de control de daños por depredadores, con excepción de los perros y gatos asilvestrados, así como la suelta y repoblación de conejos silvestres.
Estas actuaciones no son nuevas en el campo andaluz, ya que la Administración autonómica lleva actuando contra las plagas de conejo silvestre desde 2005. El año pasado ya se puso en marcha una medida similar, que afectó a 17 municipios cordobeses, y tuvo su origen, al igual que ahora, en "un aumento significativo del número de solicitudes presentadas por los propietarios de terrenos y titulares de cotos de caza con el fin de controlar los daños ocasionados en los cultivos agrícolas.
Esta situación es especialmente preocupante en la zona Sur de la provincia. De hecho, algunos estudios llevados a cabo por la Consejería de Medio Ambiente indican que, en algunas épocas del año, la población de esta especie en determinadas áreas de la Campiña puede llegar a 400 animales por kilómetro cuadrado. La Junta ha señalado que en los últimos años los daños ocasionados por el conejo silvestre en los cultivos agrícolas se han visto incrementados con motivo de la expansión del uso de técnicas agrícolas que han supuesto la simplificación del paisaje agrario, que han hecho desaparecer prácticamente la vegetación natural -especialmente en zonas húmedas- por la disminución de depredadores y el descenso de la prevalencia de enfermedades.
La Junta de Andalucía ha valorado la incidencia que tiene el conejo en su hábitat. Constituye un eslabón fundamental de la cadena trófica, pues sirve de alimento básico para 50 depredadores, como el lince. Además, tiene una notable importancia como modelador del paisaje, por ser un herbívoro que se alimenta principalmente de plantas propias de los sotos, lindes o riberas, entre las que ha destacado durante los últimos años, especialmente en la zona Sur de la provincia para la toma de este tipo de medidas, la vid.