Las Palmas de Gran Canaria, 20 ene (EFE).- Los gatos asilvestrados se han convertido en un serio peligro para los vertebrados endémicos de Canarias, como los lagartos gigantes de Canarias, la tarabilla de Fuerteventura o el pinzón azul de Gran Canaria, especies únicas en la fauna española.
Además de estas especies amenazadas, los gatos domésticos que han vuelto a adaptarse a la vida salvaje depredan grajas en La Palma, herrerillos, pardelas cenicienta y otras aves marinas de los islotes del norte de Fuerteventura y Lanzarote, donde estos felinos fueron introducidos por los pescadores para controlar las plagas de ratas y ratones, ha indicado a Efe en biólogo Félix Manuel Medina.
Este investigador, colaborador del Grupo de Ecología y Evolución en Islas del Instituto de Productos Naturales y Agrobiología (IPNA-CSIC), recuerda que los gatos probablemente arribaron al archipiélago con los conquistadores europeos y que, desde su llegada, empezaron a causar problemas a la fauna autóctona.
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