La asociación de cazadores la Moruna Medioambiental asistió el pasado día 31 de marzo en la Facultad de Biología de Tenerife a las jornadas: Canarias y el proyecto Life+ Veneno. Acompañada por la sociedad de cazadores colombina La Laurisilva, ambas, integrantes de la Asociación Canaria de Entidades de Caza (ACEC).
Las asociaciones de cazadores asistieron a las jornadas del proyecto Life+ Veneno con el fin de intercambiar opiniones sobre el asunto. La colaboración general en materia de divulgación es necesaria para llegar a todos los rincones de la geografía Canaria. La administración tiene todos los medios a su alcance, solo falta voluntad y ganas de trabajar para preservar nuestra fauna silvestre, no para extinguirla.
Desde la Moruna, se sorprenden al observar como la política del Cabildo de Tenerife es la misma en materia de agricultura y ganadería como de medio ambiente, cuando el personal pide algo dárselo para que no molesten. Perdices y raticidas son la muestra. Perdices sí, pero en su justa medida para repoblar con otras acciones ambientales previas haciendo la actividad sostenible. Raticidas sí, también en su justa medida, con los conocimientos necesarios para efectuar dicha actuación.
Partiendo de la base de que Cabildo de Tenerife gastaba hasta hace bien poco 180.000€ anuales en ingentes cantidades de raticidas y, teniendo capacidad para realizar los estudios pertinentes sobre el impacto de estos en los ecosistemas agroforestales tinerfeños, aunque son de sobra conocidos los efectos nocivos; no se comprende desde la Moruna, el asombro de esa misma administración cuando los ciudadanos usan cualquier tipo de veneno a su alcance para deshacerse de todo tipo de animales "molestos". Por lo tanto, no se puede pretender ahora que los usuarios del medio natural, sin ser justificable, viendo peligrar sus intereses, no luchen con los venenos que tienen a su alcance para combatir a los animales "perjudiciales" para sus rentas. En este sentido, la Moruna Medioambiental quiere expresar la repulsa más enérgica a la política llevada a cabo por el Cabildo Insular de Tenerife en materia de desratización en los campos de Tenerife. Falta de profesionalidad, rigurosidad y responsabilidad ha sido lo característico hasta el momento. Si la financiación invertida en este tipo de tóxicos se hubiera invertido en mejoras de hábitat, concienciación, educación, información y vigilancia no habría hecho falta tanto veneno y se tendría una fauna más abundante.
Por otra parte, el uso indiscriminado de venenos en las islas es una costumbre muy arraigada en las gentes de los pueblos, probablemente, por desconocimiento del perjuicio que causa más allá del daño deseado. La falta de conocimientos fitosanitarios y de cultura medioambiental adecuada da como resultado esta lacra, que con demasiada frecuencia incide en la vida cotidiana de la fauna silvestre y de los animales de compañía.
Desde los representantes del cabildo, se expresa su disponibilidad a mejorar, con frases como: "queda mucho por hacer en esta labor". Desde la Moruna Medioambiental piensan que queda TODO por hacer. Partiendo del mismo gobierno canario, cabildo y pasando por los colegios, escuelas de capacitación y, de grado medio-superior, además de colectivos usuarios del Patrimonio Natural. Implicando a la colaboración general para atajar un problema que nos termina afectando a todos.
Desde la Moruna, se sorprenden al observar como la política del Cabildo de Tenerife es la misma en materia de agricultura y ganadería como de medio ambiente, cuando el personal pide algo dárselo para que no molesten. Perdices y raticidas son la muestra. Perdices sí, pero en su justa medida para repoblar con otras acciones ambientales previas haciendo la actividad sostenible. Raticidas sí, también en su justa medida, con los conocimientos necesarios para efectuar dicha actuación.
Partiendo de la base de que Cabildo de Tenerife gastaba hasta hace bien poco 180.000€ anuales en ingentes cantidades de raticidas y, teniendo capacidad para realizar los estudios pertinentes sobre el impacto de estos en los ecosistemas agroforestales tinerfeños, aunque son de sobra conocidos los efectos nocivos; no se comprende desde la Moruna, el asombro de esa misma administración cuando los ciudadanos usan cualquier tipo de veneno a su alcance para deshacerse de todo tipo de animales "molestos". Por lo tanto, no se puede pretender ahora que los usuarios del medio natural, sin ser justificable, viendo peligrar sus intereses, no luchen con los venenos que tienen a su alcance para combatir a los animales "perjudiciales" para sus rentas. En este sentido, la Moruna Medioambiental quiere expresar la repulsa más enérgica a la política llevada a cabo por el Cabildo Insular de Tenerife en materia de desratización en los campos de Tenerife. Falta de profesionalidad, rigurosidad y responsabilidad ha sido lo característico hasta el momento. Si la financiación invertida en este tipo de tóxicos se hubiera invertido en mejoras de hábitat, concienciación, educación, información y vigilancia no habría hecho falta tanto veneno y se tendría una fauna más abundante.
Por otra parte, el uso indiscriminado de venenos en las islas es una costumbre muy arraigada en las gentes de los pueblos, probablemente, por desconocimiento del perjuicio que causa más allá del daño deseado. La falta de conocimientos fitosanitarios y de cultura medioambiental adecuada da como resultado esta lacra, que con demasiada frecuencia incide en la vida cotidiana de la fauna silvestre y de los animales de compañía.
Desde los representantes del cabildo, se expresa su disponibilidad a mejorar, con frases como: "queda mucho por hacer en esta labor". Desde la Moruna Medioambiental piensan que queda TODO por hacer. Partiendo del mismo gobierno canario, cabildo y pasando por los colegios, escuelas de capacitación y, de grado medio-superior, además de colectivos usuarios del Patrimonio Natural. Implicando a la colaboración general para atajar un problema que nos termina afectando a todos.