El pasado martes, día 7 de mayo, los
cotos asociados en ACCA, acordaban por mayoría absoluta, y forzados por
una situación insostenible, renunciar a los aprovechamientos cinegéticos
de sus acotados a las cero horas del próximo día 12. Tras intensas
gestiones de la Junta Directiva de la Asociación, llevadas a cabo en los
últimos días, y al no recibir respuesta alguna del Departamento de
Medio Ambiente y Urbanismo de la Diputación Foral de Álava, los cotos de
caza alaveses se han visto abocados a disolverse, ante la imposibilidad
económica de renovar su póliza de responsabilidad civil que cubre los
accidentes de carretera con animales cinegéticos.
Con esta decisión
tomada, se interrumpe un proyecto modélico y avanzado de gestión de los
recursos naturales, que se iniciaba allá por el año 1991, y que ha
posibilitado el relanzamiento y la puesta en valor de los recursos
cinegéticos del territorio. Una gestión equivocada de la caza mayor en
los últimos dos años –cuya responsable es únicamente la Diputación Foral
alavesa- y una política de recortes presupuestarios que ha optado por
apoyar otros proyectos con más tirón mediático que la supervivencia del
mundo rural, van a provocar a partir del próximo sábado, la pérdida de
al menos 10 puestos de trabajo directos entre guardería y personal
técnico, y van a privar a las Entidades Locales de su principal fuente
de financiación, por no citar el previsible deterioro del campo alavés,
al quedar los terrenos convertidos en zonas de aprovechamiento
cinegético común. Por otra parte, si la mala ordenación del recurso ha
provocado un incremento de la siniestralidad de más del 60% en el último
bienio, ahora, la falta de aprovechamiento, sin duda, repercutirá en un
notable incremento descontrolado de las poblaciones de caza mayor que
redundará aun más en un aumento de esta problemática o de otras que
queden por venir, como los daños a la agricultura.
Sin duda el medio rural alavés va a perder una de sus principales riquezas, que ojalá, con políticos con mayor amplitud de miras, podamos recuperar algún día. Mientras tanto, los cazadores alaveses tendrán que conformarse con aprovechar las especies migratorias –únicas autorizadas a cazar en las “zonas libres”- y, muchos de ellos, paradójicamente, tendrán que seguir pagando indemnizaciones por siniestros en carretera, pero ya no como cazadores, sino como propietarios de los terrenos colindantes con las carreteras, tal y como dicta la jurisprudencia de nuestros tribunales de justicia.
Sin duda el medio rural alavés va a perder una de sus principales riquezas, que ojalá, con políticos con mayor amplitud de miras, podamos recuperar algún día. Mientras tanto, los cazadores alaveses tendrán que conformarse con aprovechar las especies migratorias –únicas autorizadas a cazar en las “zonas libres”- y, muchos de ellos, paradójicamente, tendrán que seguir pagando indemnizaciones por siniestros en carretera, pero ya no como cazadores, sino como propietarios de los terrenos colindantes con las carreteras, tal y como dicta la jurisprudencia de nuestros tribunales de justicia.