Serafín Cortés, vicepresidente de la Asociación para la Conservación de la Naturaleza y la Caza de Extremadura (Aconcaex), ha declarado que se ha cifrado la caída de la actividad en la temporada de caza menor en Extremadura en un 80% con respecto a la del año pasado.
Cortés izq. y Doblado dcha. son miembros de ACONCAEX |
Aconcaex achaca esta circunstancia al descenso poblacional que atraviesan las especies emblemáticas de la menor –el conejo, la perdiz y la liebre–, que ha provocoado que la mayoría de las sociedades de caza extremeñas se hayan visto obligadas a acortar los periodos de caza y "se hayan duplicado los periodos de espera para obtener una pieza".
Pero también incluye otras causas, como el rebrote de diversas enfernedades infecciosas que afectaron a estas especies durante el pasado año (caso de la enfermedad hemorrágica vírica en conejo), el envenemamiento con productos químicos utilizados por el hombre (principalmente para su uso en agricultura), y las importantes lluvias que sufrió Extremadura la pasada primavera, que impidieron que la perdiz nidificara adecuadamente y perjudicaron la cría de la liebre, e hicieron crecer el número de mosquitos, transmisores de enfermedades.
Por ello, el máximo responsable de Aconcaex pide a los cotos que realicen una "óptima" gestión cinegética de cara a futuras crisis, pues en los peores momentos "quien no guarda, no halla".
Entre las soluciones que se apuntan, éstas pasan por "un control de las especies predadoras por parte de las sociedades de cazadores o evitar las repoblaciones que hagan daño a las especies autóctonas".