JOSÉ LUIS CÁMARA | Santa Cruz de Tenerife
Adquiridos de forma ilegal o por desconocimiento, son muchos los canarios que tienen en su poder alguna de las cerca de 800 especies de animales exóticas que existen en la actualidad. De ellas, al menos 35 se han establecido como invasoras en el Archipiélago, según el registro y seguimiento que realiza el Servicio de Biodiversidad de la Dirección General de Protección de la Naturaleza del Gobierno de Canarias, adscrito a la Viceconsejería de Medio Ambiente de la Consejería de Educación, Universidades y Sostenibilidad.
Uno de los técnicos de dicho servicio, Juan Luis Rodríguez Luengo, explica al DIARIO que las especies exóticas invasoras representan una de las “principales amenazas para la biodiversidad y los servicios asociados de los ecosistemas, especialmente en aquellos que están geográfica y evolutivamente aislados, como las islas de pequeñas dimensiones”. “Los riesgos que dichas especies representan se pueden intensificar debido al aumento del comercio global, el transporte, el turismo y el cambio climático”, recalca el biólogo canario, quien insiste en que el escape o la liberación voluntaria de mascotas exóticas puede tener “graves consecuencias” sobre la biodiversidad nativa de Canarias, puesto que, entre otras, pueden competir, depredar o consumir nuestras especies nativas de fauna; pueden contaminar genéticamente especies afines; podrían transmitir enfermedades o parásitos a las especies silvestres, al ganado, a los cultivos y al ser humano; causan alarma social, como los recientes descubrimientos de serpientes o tarántulas en Tenerife; ocasionan graves molestias a las personas, como los ruidos de las colonias de cotorras en algunos municipios de las Islas; y producen serios daños en las infraestructuras, como algunos cortocircuitos ocasionados por serpientes en conducciones de electricidad y daños en cables por roedores.
“Se calcula que las especies exóticas le cuestan a la Unión Europea 12.000 millones de euros al año”, expone Juan Luis Rodríguez, quien recuerda que desde agosto de 2013 un Real Decreto regula el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras. En dicho catálogo se establece que los ejemplares de las especies animales incluidas en el mismo, en posesión o adquiridos como animales de compañía, animales de compañía exóticos o domésticos, podrán ser mantenidos por sus propietarios, si bien, deberán informar, en el plazo máximo de un año, sobre dicha posesión a las autoridades competentes de las comunidades autónomas.
Estas establecerán, en su caso, la obligatoriedad de la esterilización de los ejemplares, así como sistemas apropiados de identificación o marcaje (tatuaje, crotal, microchip, anillamiento y registro veterinario), y solicitarán la firma de una declaración responsable por el propietario. Este, recalca el texto legal, “deberá informar con carácter inmediato de la liberación accidental de estos ejemplares y no podrá comercializar, reproducir, ni ceder estos ejemplares”. En todo caso, y como alternativa a lo contemplado anteriormente, “las autoridades competentes facilitarán, en caso de solicitarse, la entrega voluntaria de los animales referidos”.
La nueva normativa puesta en marcha por el Gobierno, que daba de plazo hasta el pasado mes de agosto a los dueños de todas estas mascotas exóticas, ha provocado que cientos de animales potencialmente peligrosos se encuentren ahora en situación de ilegalidad, lo que ha hecho que muchos hayan sido abandonados por sus dueños para evitar ser sancionados. Ello ha provocado que más de una treintena de especies invasoras hayan logrado asentarse en Canarias, a pesar de los esfuerzos que realiza la propia Viceconsejería de Medio Ambiente, que, junto a la Policía Canaria y el Seprona de la Guardia Civil, llevan a cabo inspecciones en tiendas de animales y realizan seguimiento del comercio ilegal de animales en Internet.
Entre los ejemplos más significativos y recientes de incautaciones realizadas están -enumeran desde el Servicio de Biodiversidad de la Dirección General de Protección a la Naturaleza- “la culebra real de California, que se ha establecido en Gran Canaria a partir de la liberación deliberada de ejemplares por parte un coleccionista y que, actualmente, amenaza la supervivencia de los reptiles nativos de esa isla”. “La iguana verde, la pitón real y los galápagos de orejas amarillas y rojas son los reptiles exóticos que se encuentran en libertad con más frecuencia en las Islas”, subraya Juan Luis Rodríguez, quien asegura que “más de 50 iguanas han sido capturadas en el último decenio en el Archipiélago, un hecho que se relaciona con la madurez sexual y pleno desarrollo de los ejemplares adquiridos como crías”. En la tarea de control de estas amenazas, los técnicos de la Viceconsejería colaboran estrechamente con entidades como la Fundación Neotrópico y SEO/BirdLife, que por encargo de la Dirección General de Protección de la Naturaleza realizó un exhaustivo estudio sobre las islas de Tenerife y Gran Canaria, donde se detectaron un total de 24 especies de aves exóticas, de las que 13 se consideran ya establecidas. De ellas, al menos ocho tienen su origen en la liberación de aves por parte de particulares.
Algo similar ocurre con los mamíferos exóticos, donde 16 especies introducidas como animales de compañía han terminado convirtiéndose en invasoras.
Entre los que han sido detectados a través del comercio de mascotas destaca la ardilla moruna que, procedente del norte de África, habita ya en Fuerteventura, y ocasionalmente se ha hallado en otras islas sin que haya llegado a establecerse todavía.
Mientras, mención especial merecen los gatos domésticos o asilvestrados, que constituyen uno de los principales factores que amenazan la supervivencia de los lagartos gigantes de Tenerife, El Hierro y La Gomera, así como del pinzón azul de Gran Canaria y de aves marinas de pequeño tamaño, como paíños y petreles. Todas estas especies están incluidas dentro del Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, lo que lleva implícita la prohibición genérica de posesión, transporte, tráfico y comercio de ejemplares vivos o muertos, de sus restos o propágulos, incluyendo el comercio exterior. Esta prohibición puede quedar sin efecto, previa autorización administrativa, cuando sea necesario por razones de fuerza mayor.
Las comunidades autónomas llevan a cabo un seguimiento de estas especies exóticas con potencial invasor, en especial aquellas que han demostrado ese carácter en otros países o regiones, con el fin de proponer, llegado el caso, su inclusión en el citado catálogo nacional. Este constituye la herramienta principal para la prevención y control de la tenencia y comercio de determinadas especies exóticas invasoras. “Es el caso, por ejemplo, de todas las especies de culebras y los galápagos americanos o de Florida. Entre las aves, destacan el miná y las cotorras argentina y de Kramer. Y la sección de mamíferos incluye las ratas, mapaches, coatís, varias especies de erizos y todas las especies de ardillas que hay”, concluye Juan Luis Rodríguez Luengo.
Recomendaciones
-Compra de animales. Cuando adquiera una mascota exótica, hágalo en un establecimiento legal y asegúrese de que el animal cumple con todos los requisitos sanitarios y administrativos pertinentes.
-Información. Infórmese previamente de las condiciones de su mascota, para asegurar su bienestar y para evitar su huida.
-Higiene. Mantenga unas estrictas normas higiénicas para evitar ser contagiado por parásitos o enfermedades, particularmente si los animales adquiridos van a estar en contacto con niños.
-Abandono. Pase lo que pase, nunca lo abandone. Si no puede mantenerlo por cualquier motivo, póngase en contacto con la administración pública más cercana o con organizaciones no gubernamentales que le puedan asesorar. Si su mascota se escapa o encuentra alguna abandonada, notifíquelo inmediatamente a la administración pública más cercana o al 1-1-2. Responderá por las molestias, daños y perjuicios que el animal pueda producir a personas, animales, cosas, espacios públicos o al medio natural.
Graves efectos para la biodiversidad
Con el fin de que el comercio y tenencia de animales exóticas se haga de manera responsable, la Dirección General de Protección de la Naturaleza de la Viceconsejería de Medio Ambiente ha puesto a disposición del público en su página web distintos manuales dedicados a invertebrados, anfibios, reptiles, aves y mamíferos. En ellos se deja claro el peligro de su liberación para el medio natural, se da información para su correcto mantenimiento desde el punto de vista del bienestar animal y se alerta de las enfermedades que pueden transmitir al ser humano.
“La aparición de especies exóticas, ya se trate de animales, plantas, hongos o microorganismos, en nuevos lugares no siempre supone un motivo de preocupación. Sin embargo, un considerable grupo de especies exóticas pueden volverse invasoras y tener graves efectos adversos para la biodiversidad y los servicios asociados de los ecosistemas, así como otras repercusiones sociales y económicas, que deben prevenirse”, expone Juan Luis Rodríguez, técnico del Servicio de Biodiversidad de la Dirección General de Protección a la Naturaleza del Gobierno canario.
“Unas 12.000 especies presentes en el medio ambiente de la Unión Europea y de otros países del continente son exóticas, de las que se calcula que aproximadamente entre el 10 y el 15% son invasoras”, recalca el biólogo, que incide en que según la Lista de Especies Silvestres de Canarias 2009, editada por el propio Ejecutivo regional, en el medio terrestre se registran 14.332 especies. El 11% de ellas son exóticas. “El problema no está en la tenencia de un animal de este tipo, sino en tenerlo de forma responsable. Lo mismo puede ocurrir con un perro o un gato, que pueden llegar a producirnos y a generar el mismo daño que una serpiente si no los mantenemos en buenas condiciones higiénico-sanitarias o los abandonamos en medio del monte cuando nos cansamos de ellos”.
Fuente: diariodeavisos.com