La Obra Social de CajaCanarias nos ha desnudado a José Dámaso (Agaete, Gran Canaria, 1933) en un exposición retrospectiva que, tras su muestra en Tenerife, recala ahora y hasta noviembre en el Centro de Arte Juan Ismael de Puerto del Rosario..
El autor, enamorado de su trabajo y con la ilusión de enraizar una inmensa caracola-templo en el Mirador de los Canarios de Pájara, donde Cofete se brinda abajo en bandeja de estampa bíblica, esgrime, como lo hiciera en 1960 en el boceto del poema 'La luz', que "La energía de la naturaleza tanto en el planeta como en el hombre, forman con su contacto la belleza expresiva que da como fruto la felicidad de la vida".
El autor, enamorado de su trabajo y con la ilusión de enraizar una inmensa caracola-templo en el Mirador de los Canarios de Pájara, donde Cofete se brinda abajo en bandeja de estampa bíblica, esgrime, como lo hiciera en 1960 en el boceto del poema 'La luz', que "La energía de la naturaleza tanto en el planeta como en el hombre, forman con su contacto la belleza expresiva que da como fruto la felicidad de la vida".
Un tagoror y sus héroes atlánticos quieren ceñir los aires de la ladera, echar un ojo a las cabras y presidir el peregrinaje de propios y extraños a una cumbre por la que hoy sólo pasan cabras, ganaderos, cazadores y erosiones de siempre, tan conocidas como el sobrevolar de los guirres.
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"Yo los doné al pueblo canario", dice Dámaso cuando habla de sus atlantes, esos espectros de bronce cargados de la razón del tiempo y el olvido. A sus 75, es la ilusión del final de una vida, dice mientras levanta sus gafas para untar una lágrima esquiva en un pómulo desencajado por la emoción del contacto directo con sus amigos los majoreros.
"Yo los doné al pueblo canario", dice Dámaso cuando habla de sus atlantes, esos espectros de bronce cargados de la razón del tiempo y el olvido. A sus 75, es la ilusión del final de una vida, dice mientras levanta sus gafas para untar una lágrima esquiva en un pómulo desencajado por la emoción del contacto directo con sus amigos los majoreros.
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A don José Dámaso se le quiere en la Maxorata, como se le quiere en el archipiélago todo, que no tuvo más que tropezar, junto a César Manrique, con la aulaga cósmica de Gorriones para saberse emisario del canto de las sirenas que arrullan a los determinantes para saberse y ejercer de Fetasianos.
A don José Dámaso se le quiere en la Maxorata, como se le quiere en el archipiélago todo, que no tuvo más que tropezar, junto a César Manrique, con la aulaga cósmica de Gorriones para saberse emisario del canto de las sirenas que arrullan a los determinantes para saberse y ejercer de Fetasianos.
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Pepe, se nos ha ido Rafael Arozarena. Brindemo con cerveza de grano rojo, para que Anaga y Teno lo tengan en la gloria de los brazos de Mararía.
.Pepe, se nos ha ido Rafael Arozarena. Brindemo con cerveza de grano rojo, para que Anaga y Teno lo tengan en la gloria de los brazos de Mararía.
Fuente:http://www.loquepasaentenerife.com/blog/andrsgutirrezduncanson/01-10-2009/eldesnudodepepedmaso
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ACEC Por la Caza y su Preservación