La solicitud de los cazadores de no abrir este año la veda por la sequía
no ha dejado indiferente al sector del campo majorero. Unas voces se
muestran a favor de prohibir la práctica cinegética para preservar las
especies y otras protestan, una vez más, por los destrozos que sobre
todo los conejos hacen en las plantaciones.
Aunque los cazadores han decidido por unanimidad pedir que no se abra la
veda a la vista del peor invierno de los últimos 50 años, los
agricultores no han reaccionado de la misma manera. Unos aplauden la
decisión, otros arrecian en las críticas contra los destrozos que los
conejos realizan en menos de una noche.
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