lunes, 3 de febrero de 2014

El Cabildo destina parte de los ingresos de la cacería a la repoblación de conejos

Es un paso “importante”, pero insuficiente, ya que destina 124.000 de los 400.000 que ingresa de las tarjetas y licencias de 4.800 cazadores


El Cabildo de Gran Canaria ha asumido la petición del colectivo de cazadores y destinará parte de lo que ingresa en concepto de tarjetas y licencias de cazadores a la repoblación de conejos, un paso “importante”, aunque aún insuficiente pues de los 400.000 euros que percibe al año invertirá unos 125.000. 



Así lo explicó el presidente de la Asociación Canaria de Entidades de Caza, Juan Miguel Sánchez, a Maspalomas Ahora, quien agregó que el número de cazadores, después de un ejercicio en el que perdió mil seguidores, ha logrado este año mantenerse en 4.800, ya que quedan los que se “resisten” a abandonar esta actividad tradicional pese a la situación que se vive desde hace unos años. 

La reivindicaciones del sector siguen siendo prácticamente las mismas de los últimos años, pues a pesar de la voluntad manifestada por el Cabildo, el avance es “lentísimo”, si bien en la línea que los propios cazadores consideran la correcta, aseguró. 

En este sentido, detalló que la institución insular ha prometido que va a crear un centro de cría de conejos en Tirma y que colaborará con las sociedades de cazadores que tienen sus propios criadores, que potenciará los agentes de medioambiente para la vigilancia, incidirá en el control de predadores, básicamente gatos, organizará jornadas de formación y educación para cazadores y próximamente abrirá un coto intensivo en Agüimes. 

Para algunas de estas acciones, ha destinado 100.000 euros a la empresa pública Tragsatec provenientes de las tarjetas de caza controlada pagadas por los cazadores, lo cual es “relevante”. Los cazadores “siempre hemos dicho que a dónde va nuestro dinero”, se preguntó, y ahora saben que una parte irá a la granja de conejos de Tirma, por ejemplo. 

Además, ha destinado 24.000 a las asociaciones de cazadores para que prosigan con su labor de colocar bebederos y comederos y propiciar con sus acciones la repoblación de conejos y perdices. 

Sin embargo, pide que se destine también la cuantía ingresada por las licencias, que junto a las tarjetas asciende a unos 400.000 al año. 

Control de gatos y vigilancia de furtivos 

En cuanto al resto de las propuestas del Cabildo, se refirió al control de gatos y aseguró que suponen un “problema grave”, ya que hay unos 25.000 ejemplares que se abastecen de todo tipo de especies, no solo de las cinegéticas, sino también de pájaros y lagartos, y hasta el momento únicamente se han hecho controles puntuales con motivo de la recuperación del pinzón azul. 

En cuanto a la vigilancia, explicó hay cuatro agentes de medioambiente y, aunque son apoyados por toda la plantilla, hay vacantes por cubrir. Piden más vigilancia, que se coordinen con el Seprona y se dé participación a la Policia Canaria para controlar los montes en general y en particular a los cazadores furtivos, que aunque son de poca entidad, “hacen mucho daño” al interrumpir con su presencia el ciclo natural de reproducción del conejo. 

Y aunque el Cabildo asegura que hay bebederos y comederos, prosiguió, aseguró que los existentes son los puestos por las propias asociaciones, que insisten en pedir la recuperación de fuentes y nacientes, así como incidir en la siembra. 

Pocos conejos en el sur 

Juan Miguel Sánchez explicó que la temporada cerrada octubre fue, en cuanto a población de conejo, muy irregular, algo mejor en el norte y la cumbre, pero “pelada” de ejemplares en el sur, San Bartolomé de Tirajana y Mogán, con pocos conejos y poquísimas perdices. 

A la espera de la próxima temporada, recordó que el próximo domingo 2 de febrero abrirán las zonas de adiestramiento para perros de caza, pues no son animales que se puedan sacar a pasear a cualquier parque y tampoco pueden estar todo el año enjaulados, así que desde el domingo cuentan con cuatro terrenos en la isla para su adiestramiento. 

Se trata de terrenos para que corran, endurezcan las almohadillas y estén en forma ubicados en Motor Grande, en Arguineguín, La Aldea, la Atalaya de Guía y Las Crucecitas de Agüimes.