EL DÍA, Los Llanos
El Consejo Insular de Caza de La Palma, órgano asesor del Cabildo, ha establecido el marco de condicionantes y requisitos exigidos para el ejercicio de la caza mayor en la Isla en la presente temporada cinegética. Así, se ha autorizado la práctica de la caza mayor del arruí en el período comprendido entre el 2 de julio y el 29 de octubre de 2011.
Las órdenes de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación Territorial por las que anualmente se fijan las épocas hábiles de caza, junto con las condiciones y limitaciones para su ejercicio en el Archipiélago, vienen estableciendo sistemáticamente, respecto a la caza mayor, que los cabildos insulares determinen las condiciones y circunstancias en las que se desarrollarán las cacerías.
Al respecto, el Consejo Insular de Caza ha hecho públicas una serie de condicionantes para el ejercicio de la caza de arruís, publicadas en días pasados en el Boletín Oficial de Canarias.
En esas jornadas de cacería tendrán derecho a participar las cuadrillas conformadas por las personas autorizadas previamente por el Cabildo, mediante las cuales se organizará la practica de la caza mayor en la Isla. Hay que recordar que existen más de 2.500 licencias de caza en La Palma.
Las cuadrillas estarán integradas por un mínimo de 15 y un máximo de 25 cazadores, que deberán estar en posesión de la documentación requerida en el momento de pedir su constitución. No obstante, se podrán incorporar hasta un máximo de tres morraleros por cuadrilla.
Se celebrará un sorteo para la adjudicación de los días y zonas hábiles para la práctica de la caza mayor entre las distintas cuadrillas. El mismo será público y será presidido por la presidenta o consejero en quien delegue. En base al mismo se elaborará un listado que quedará en manos de Medio Ambiente.
Control de cazadores
Con la finalidad de la obtención de datos biométricos de las piezas cobradas y el mejor conocimiento de la especie, los miembros de la cuadrilla estarán obligados a facilitar la toma de datos por el personal del Servicio de Medio Ambiente, los guardas de Caza y del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, una vez finalizada la jornada de caza, procediéndose al marcado o precintado de las piezas capturadas.
En el momento que la cuadrilla de caza mayor abate el número máximo de piezas autorizadas se dará por concluida la jornada de caza.
Fuente: ELDÍA.es