martes, 4 de junio de 2013

La captura de la codorniz enfrenta a los ecologistas con los cazadores isleños


Los aficionados a la cinegética la rechazan y dicen que su declive se debe a las capturas en África

La captura de la codorniz enfrenta a los ecologistas con los cazadores de Tenerife. La Sociedad Española de Ornitología (Seo Bird Life) ha solicitado al Gobierno canario una moratoria de cinco años para que en el Archipiélago no se puedan capturar ejemplares de esta especie, ya que defienden que su número ha caído en los últimos años debido a la excesiva presión que sufren cuando se abre la veda. Los amantes de la cinegética en la Isla, sin embargo, se oponen a esta medida porque consideran que los fundamentos científicos utilizados por la organización para justificar la medida "no son fiables".
El presidente de las Asociaciones de Caza de Tenerife, Antonio Porras, defiende que el declive de la codorniz no es por la cinegética, sino que está relacionado con las migraciones de estos animales, que vuelan desde África a Canarias y luego regresan al continente.
Seo Bird Life, sin embargo, señala que es durante el periodo de caza de la media veda, que coincide con la época reproductora de estas aves, cuando se abate un mayor número de individuos que los que las poblaciones naturales son capaces de producir en sus nidadas. Éste es uno de los argumentos que desmienten los colectivos de la Isla, para los que "no son la pieza fundamental de la problemática", recalca Antonio Porras.
Asegura que este ave es capaz de reproducirse de manera multiplicadora, ya que en los años propicios es capaz de poner hasta una docena de huevos. El éxito de su reproducción está entre el 60% y el 90%, lo que supone "aumentar la población varias veces, a pesar de que su vida media está alrededor del año", agrega el representante de las asociaciones de cazadores de Tenerife, que reconoce sin embargo que la supervivencia es muy limitada al sobrevivir solo entre cuatro y ocho pollos por nidada.
Indica que es una especie migratoria y que, por tanto, llega a Canarias de forma variable entre los meses de febrero y marzo y, muy poco después, comienza el periodo de reproducción. "No todos los años tiene una presencia igual. Depende de la bondad de las lluvias y la presencia de cereales y gramíneas", explica el cazador. Precisamente, al tema alimenticio también lo alude Seo Bird Life, que revela que otra de las causas que provoca el declive de estas aves es el aumento de la superficie de cultivos leñosos, de los pastizales y de los espacios forestales, transformando los hábitats agrarios de los que dependen estas especies.
Sus enemigos naturales son muchos, desde los gatos domésticos o asilvestrados, hasta las ratas, cosechadoras, venenos, falta de alimentos y la destrucción de sus nidos por curiosos que pululan por el campo, destaca Antonio Porras.
A estas conclusiones llega la Fundación para el Estudio y la Defensa de la Naturaleza y la Caza, que informa de que la causa de su conservación desfavorable "no es la caza, sino que hay otros factores mucho más importantes, como son el cultivo más extensivo en los países de origen en la costa occidental de África, su aprovechamiento cinegético en dichos países, el abandono de las siembras de cereal, el uso indiscriminado de productos tóxicos en la agricultura y, sobre todo, el avance urbanístico", detalla Antonio Porras.
La Sociedad Española de Ornitología no solo pretende que se apruebe la moratoria en el Archipiélago, sino también en el resto del país. El primer sitio en el que se aplicaría la restricción sería en la Comunidad Autónoma Canaria, ya que es el territorio donde primero comienza la temporada de caza, a comienzos de agosto.
La codorniz puede encontrarse en casi todas las Islas, aunque son más comunes sobre todo en Tenerife y El Hierro. Su caza, según Antonio Porras, "es un espectáculo, pues como se refugia por su pequeño tamaño entre las hierbas y las rastrojeras, se mueve entre ellas cuando el perro la detecta y hace la muestra, hasta que ya viéndose en peligro, efectúa un vuelo muy bajo avanzando cientos de metros, en caso de que el cazador con su arma no la abate".
El presidente de las Asociaciones de Caza de Tenerife afirma que la posibilidad de que se aplique la moratoria es rechazada por los amantes de la cinegética tanto en la Isla como en El Hierro, además de que cuentan con el apoyo de las federaciones de ambas zonas.
El colectivo cree que la prohibición "no es la solución, ya que en los últimos años se ha permitido su caza con muchas restricciones". Por este motivo, "poca responsabilidad hay en su presunta situación crítica", defiende. Subraya que la codorniz se recupera "muy fácilmente" y que, una vez se reproducen en las Islas, vuelven a volar a África. En este continente "se organizan cacerías para que vayan los europeos y, mientras allí hacen el negocio, aquí quieren una moratoria", critica Antonio Porras.