Víctor Rafael
Mascarell Mascarell
Publicado
en la Revista TROFEO nº 483 de agosto 2010.
La Ley
42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad reconoce a las “Entidad de
custodia del territorio (como la): organización pública o privada, sin ánimo de
lucro, que lleva a cabo iniciativas que incluyan la realización de acuerdos de
custodia del territorio para la conservación del patrimonio natural y la
biodiversidad”, y define como “Custodia del territorio (como el): conjunto de estrategias o técnicas jurídicas a través de las cuales se
implican a los propietarios y usuarios del territorio en la conservación y uso
de los valores y los recursos naturales, culturales y paisajísticos.”
A principios del año 2009 escribí el
artículo “Entidades de Custodia para el Patrimonio Cinegético”,
sobre las realidades, reconocimientos, e iniciativas que pretende, de manera
constructiva y positiva, el que las Comunidades Autónomas se involucren de
forma real y legal en el reconocimiento y en la labor que vienen ejerciendo
desde hace años las Sociedades de Caza o tantas otras, como entidades de
custodia, y con la intención de ayudar a establecer el modelo de custodia en
España, ya que para mí, la Custodia es
una nueva concepción de la protección de nuestro entorno, con la aportación de
recursos económicos de instituciones sociales y públicas, implicando a los
usuarios y propietarios a través de entidades sin ánimo de lucro, que se
transforman en una magnífica herramienta de participación y colaboración de la
sociedad civil en la preservación y conservación del patrimonio; pero no
solamente del patrimonio natural, también del monumental, cultural, histórico o
de cualquier otro ámbito.
Con
la custodia, el Estado, que estaba solo en la preservación y conservación de
nuestro patrimonio, comparte la labor con la sociedad civil y con la
financiación privada. Por ello yo hablaría de custodia y entidades del Patrimonio,
y no de custodia y entidades del territorio.
En
España, por lo reciente de su implantación, el modelo de custodia se está gestando. Muchas organizaciones custodian nuestro patrimonio y hasta ahora no se
les había reconocido: arqueólogos, ecologistas, cazadores, botánicos, naturalistas,
ornitólogos, pescadores, etc.; unos por interés,
otros por ser usuarios, y otros por convicción; todos tienen que preservarlo y
conservarlo, es nuestro patrimonio. Por eso es importante que se les
reconozca su labor e implicación, y se les dote de herramientas.
Los
cazadores, por ejemplo, desde hace
años gestionan parte de nuestra fauna silvestre, la cinegética, realizando
acuerdos de custodia, tanto con la Administración pública (planes técnicos
de ordenación) como con los propietarios de los terrenos, sean privados o
públicos (acuerdos de uso y disfrute),
planificando e invirtiendo en mejoras ambientales y de hábitat que benefician
tanto al patrimonio cinegético, de las que tienen interés, como a otras especies,
sin ningún reconocimiento ni ayuda.
Considero
que la idea de la Custodia es buena e importante, y soy de la convicción de que
esa figura de entidades de custodia que crea la Ley del Patrimonio Natural,
no debería ser acotada por ningún lobby, no corramos el peligro
de que algún colectivo determinado trate de dejar fuera a los demás en ésta
herramienta de conservación; y que
el Estado y las Administraciones, que son las más interesadas, deberían de
conducir el modelo que más le interesa a la sociedad actual, estableciendo los
cimientos en la participación e inversión civil o pública en la preservación de
nuestro patrimonio.