Con el ánimo de contribuir a la
preservación de las especies silvestres y de apoyar a las sociedades de
cazadores locales, la UNAC presentó en solitario propuestas y alegaciones al
largo procedimiento de redacción y aprobación de los programas de desarrollo
rural (PDR). Sin embargo, hasta el momento de redactar estas notas, nuestras
propuestas ni si quiera han sido contestadas debido a la dejadez y a la
despreocupación con las que las autoridades de gestión de los PDR, creemos,
trata a la caza. Juzguen ustedes mismos.
A
partir de los años cincuenta comienza la emigración de los habitantes del rural
a las grandes ciudades en busca de trabajo. Aunque las políticas europeas y
españolas han intentado revertir la
situación, lo cierto es que el despoblamiento ha seguido hasta nuestros días.
Este
sangrado persistente de mano de obra, junto a las exigencias productivas que
han impuesto las nuevas políticas agrarias, han generado numerosas superficies
agrícolas abandonadas a lo ancho y largo de la geografía de montaña. Pequeñas
parcelas, muchas veces abancaladas y distribuidas en mosaico, cultivadas de
hortalizas, leguminosas, cereales y árboles frutales, han desaparecido
prácticamente del rural montañoso.
Por
otra parte, la sustitución de la leña
por los combustibles fósiles como fuentes de calor en los hogares, ha
provocado el descontrol de miles de hectáreas de bosque sin tratamientos de
mantenimiento, válidas para pastos de las llamas de los grandes incendios que
nos azotan todos los veranos.
En
otro orden, la ganadería vacuna extensiva ha ido decayendo paulatinamente
perdiéndose pastizales de gran valor natural. Igualmente se va extinguiendo el
pastoreo de ganado ovino y caprino que ayudaba a mantener a raya las especies
pioneras arbustivas y arboledas de zonas marginales.
Como
consecuencia de todo ello, el paisaje de terrenos de labor se transforma
en grandes masas forestales continuas
donde las especies cinegéticas menores encuentran gran dificultad para
sobrevivir. Además, estas masas, conforme van colonizando nuevas áreas, sirven
de refugio al jabalí, hasta hace unas décadas desconocido en muchos lugares.
Incidiendo negativamente junto a otros predadores que desde la espesura de la frondosidad se
alimentan en las inmediaciones de los pocos terrenos de secano cultivados sobre mamíferos y aves.
MÁS GRAVE AÚN EN LAS ZONAS AGRÍCOLAS
En el
polo opuesto, en las mesetas castellanas y en las zonas de transición de
montaña, la famosa Política Agraria Común (PAC) ha favorecido la concentración
parcelaria. Con ello, se han ido desarrollando los grandes monocultivos,
fulminando setos y lindes, donde la fauna silvestre, objetivo de las aves
rapaces, encuentra refugio.
La
maquinaria agrícola, cada vez más eficaz para su trabajo, no deja rastrojos
donde mimetizarse y alimento disponible, por ejemplo, a las especies
esteparias. Además, esta maquinaria se utiliza de forma intensiva tanto de día
como de noche buscando la mayor rentabilidad, con lo cual, en dos o tres días
unas decenas de hectáreas de cosecha puede ser recogida, empacada y los
terrenos labrados. Dando al traste con adultos y jóvenes animales incapaces de
huir a tan agresiva actividad. En esa
línea, cada vez existe un mayor desfase entre las fechas de reproducción de la
fauna y las labores de recogida de cosechas, partiendo de semillas con ciclos
más cortos de producción.
Los
biocidas son utilizados masivamente durante todo el ciclo vegetativo, desde el
blindaje de semillas para siembra hasta
los tratamientos con plaguicidas en la fase final de germinación e incluso para
los terrenos dejados en barbecho. Igualmente sucede en grandes extensiones de olivos,
almendros o vid de secano y regadío
donde se aplican desmesuradas dosis de herbicidas, y tratamientos para
conservar los frutos y plantas.
SOLOS ANTE EL DESASTRE
Conscientes
de todo ello, las sociedades de caza y cazadores, intentan paliar esos
perjuicios hacia la fauna silvestre, esforzándose en recuperar terrenos
abandonados en zonas querenciosas. Realizan
limpiezas arbustivas para dar discontinuidad a las masas forestales.
Siembran terrenos con cereales, leguminosas y árboles frutales forestales.
Adquieren márgenes de cosechas a los agricultores. Fabrican balsas, recuperan
fuentes y aljibes e instalan bebederos y comederos. En conjunto, con el fin de mantener las
poblaciones y densidades del rico y variado patrimonio natural de especies
cinegéticas de nuestro país, actuaciones de gestión de las que directamente
también se benefician las especies protegidas, pues éstas se alimentan de las
cinegéticas. Caso, por ejemplo, de las aves rapaces. Pero lamentablemente, estas acciones no son
reconocidas por las administraciones y menos aún respaldadas económicamente
desde las altas instancias, por lo que estos trabajos de conservación y
recuperación de hábitats, que se ponen en marcha en muchos municipios, se
tienen que realizar con financiación privada.
¿DEJADEZ Y FALTA DE PROFESIONALIDAD DE
LA ADMINISTRACIÓN?
En la
UNAC somos cazadores sin remuneración económica por desarrollar proyectos,
iniciativas y representar a nuestros asociados ante la administración. Con una
financiación anual global para todas las actividades de 4.000 euros.
Como
ya hemos apuntado, con el ánimo de coadyuvar a la preservación de hábitats y
especies y apoyar a las sociedades de cazadores locales, la UNAC presentó en
solitario propuestas y alegaciones al largo procedimiento de redacción y
aprobación de los programas de desarrollo rural (PDR), haciendo especial incidencia en el Marco Nacional de Desarrollo
Rural 2014-2020, punto de referencia de los posteriores 18 PDR (uno nacional
más diecisiete de CC.AA), a los que también se presentaron enmiendas. En este
sentido, el lector, debe tener en cuenta que al menos para cada PDR hay 3 fases
de exposición pública para realizar aportaciones al documento final, con lo que
ello supone.
Y en todo este trámite a la UNAC le ha quedado
meridianamente clara una idea. Aunque el Reglamento (UE) nº 1305/2013 del
Parlamento y del Consejo relativo a la
ayuda al desarrollo rural a través del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo
Rural (Feader) puede abordar la gestión sostenible de los recursos cinegéticos,
a los responsables de aplicar esta medida tanto a nivel nacional como
autonómico no les interesa. Pero no por ser medidas de carácter cinegético,
sino porque simplemente no aceptan nada fuera de sus competencias.
Es
decir, las autoridades de gestión de los PDR pertenecen a los departamentos de
agricultura dentro de las administraciones
y se limitan a cumplir estrictamente con mínimos de conservación del
medio natural impuestos por Europa, considerando injerencias todo lo que
suponga desviaciones a su idea preconcebida de lo que debe ser el desarrollo
rural. Tanto es así, que no han sido capaces de contestar en un sentido u otro a
uno solo de las decenas de documentos presentados desde la UNAC y sus
asociaciones de caza autonómicas.
MEDIDAS PRESENTADAS POR LA UNAC
Las
medidas presentadas se basan en los siguientes ocho puntos o instrumentos para
el aprovechamiento sostenible de los recursos cinegéticos
1. CONTRATACIÓN DE ASESORAMIENTO
TÉCNICO.
Finalidad:
impulso de la custodia del territorio. Apoyo a propietarios de fincas,
agricultores y ganaderos para la gestión sostenible de las explotaciones.
Asesoramiento a sociedades de cazadores. Proyectos de acuerdos con
administraciones para planificación y ordenación conjunta. Redacción y
elaboración de manuales de buenas prácticas cinegéticas etc.
2. SIEMBRAS DE CEREALES Y LEGUMINOSAS
AUTÓCTONAS.
Finalidad:
elementos de mejora para la fijación de
CO2. Reducir la desertificación. Mejora de la filtración de las aguas de lluvia
y relleno de acuíferos. Lucha contra incendios. Aumento del recurso trófico
para las especies de fauna silvestre. Pastos de calidad para el consumo a
diente por ganado. Provisión forrajera de calidad. Mantenimiento de la
biodiversidad de las semillas agrícolas etc.
3. LIMPIEZAS ARBUSTIVAS Y TRATAMIENTOS
SILVÍCOLAS.
Finalidad:
medida preventiva de lucha contraincendios. Recuperación de terrenos. Aumento
de pastos de calidad. Abono natural de los suelos. Regeneración del estrato
arbustivo. Fijación de CO2. Mejora del paisaje etc.
4. RECUPERACIÓN DE ALJIBES, FUENTES,
NACIENTES Y APROVECHAMIENTOS DE ESCORRENTÍAS.
Finalidad:
aprovechamiento sostenible de los recursos hídricos. Puesta a disposición de
recursos para la fauna silvestre. Recuperaciones de infraestructuras con
valores culturales y etnográficos. Mejora del aspecto general del paisaje etc.
5. ERRADICACIÓN DE ESPECIES EXÓTICAS
INVASORAS.
a)
Acciones contra especies vegetales exóticas invasivas.
b)
Acciones contra especies de fauna exóticas invasivas.
c)
Formación y cualificación de operarios.
d)
Concienciación a la ciudadanía sobre el abandono de animales de compañía.
Finalidad:
reducción de las amenazas graves para las especies autóctonas, los hábitats o
los ecosistemas, la agronomía, o para los recursos económicos asociados al uso
del patrimonio natural etc.
6. CONCIENCIACIÓN, FORMACIÓN,
EDUCACIÓN E INFORMACIÓN.
Finalidad:
difusión de los valores de conservación de la biodiversidad. Educación sobre
las buenas prácticas en el medio
natural. Concienciación sobre el interés de la preservación del patrimonio
natural y de la diversidad biológica. Difusión de la normativa aplicable.
Formación de los usuarios del territorio e información sobre los proyectos.
Difusión. Potenciación de la figura del voluntariado etc.
7. ESTUDIOS POBLACIONALES DE FAUNA
SILVESTRE.
Finalidad:
estudio de abundancias poblacionales de las distintas especies y principales
afecciones. Planificación para recuperación de estatus poblacionales adecuados de
especies cinegéticas, asilvestradas y predadores. Determinaciones
genéticas.
8. MEDIDAS COMPENSATORIAS POR
PRESTACIÓN DE SERVICIOS AMBIENTALES A AGRICULTORES, GANADEROS Y PROPIETARIOS
MEDIANTE LÍNEAS DE TRABAJO SOBRE EXTERNALIDADES POSITIVAS PARA EL MEDIO
NATURAL.
a) En medios agrícolas: conservación de linderos,
utilización de semillas de ciclo largo y sin blindaje tóxico, cosechas de
cereales diurnas y no nocturnas, recogida de la paja tardía etc.…
b) En medios forestales: limpiezas arbustivas,
recuperación de terrenos abandonados, arreglos de paredes de piedra seca,
plantaciones y acciones de silvicultura sobre especies nobles de vegetales
etc….
Finalidad:
puesta en marcha de proyectos piloto. Aumento fijación CO2. Evitar
desertización. Conservación del suelo. Prevención contra incendios forestales.
Mejora de hábitats. Mejorar las rentas agrarias. Aumentar el estatus
poblacional de ciertas aves, en especial de las esteparias y sus predadoras
etc.
Juan Miguel Sánchez Roig Coordinador General de la Unión Nacional de
Asociaciones de Caza (UNAC). Presidente de la Asociación Canaria de Entidades de Caza (ACEC) Publicado en TROFEO. Nº 553 Junio 2016
Fuente: Club de Caza