miércoles, 13 de mayo de 2009

Los cetreros se quejan de estar muy perseguidos

Aseguran que las aves «son el método más selectivo de caza»

El antiguo arte de la cetrería tiene cada vez más adeptos en Lanzarote. Sin embargo, su práctica sigue estando aún mal vista por muchos, con sanciones incluso, pese a que no hay normativa concreta que limite las salidas. Por ello se reclaman cambios.

El antiguo arte de la cetrería tiene cada vez más adeptos en Lanzarote. Sin embargo, su práctica sigue estando aún mal vista por muchos, con sanciones incluso, pese a que no hay normativa concreta que limite las salidas. Por ello se reclaman cambios.

Sobre todo, se queja Alejandro Díaz, uno de los criadores de más prestigio, son los cazadores con escopeta los que más reparos ponen, pese a que el uso de las aves tiene un componente más de ocio que cinegético. «Si quisiéramos cazar en masa, cogeríamos antes una escopeta», dice. Un parecer que corrobora Kepa Herrero, otro practicante habitual con su hija, Patricia.

Además, los cetreros dicen que su actividad cuida al medio, pues las aves «son el método más selectivo de caza», puesto que los alados se centran en capturar a presas con taras. Y con el añadido de que son las menos, pues habitualmente sólo se sale a practicar con los señuelos. «A menudo salimos a pasar el tiempo, no como cazadores. Por eso no queremos que se nos vea como unos furtivos», dice Díaz. Asimismo, se considera que los cetreros pueden ser el complemento perfecto del cazador clásico, pues «en cotos en donde se practica la cetrería la caza es más abundante y de una mayor calidad».

Por ello, Díaz dice que recurrirá a todas las instancias la multa de más de 2.000 euros que le puso el Cabildo hace poco.

Harris, halcones, cernícalos y un águila

Los amantes de la cetrería en Lanzarote tienen en el harri a la especia más arraigada. Se trata de un ave de tamaño mediano, dócil y sociable, fácilmente amaestrable. Es fruto de una hibridación importada de América.

Los cernícalos, de menor porte, también son frecuentes. Deben de estar relativamente lejos de los primeros, para así evitar enfrentamientos por el territorio en los que los segundos siempre llevan las de perder.

Al margen, también se da la presencia de un águila imperial y de varios halcones, que suelen jugar bastante con los señuelos, pero siempre dejando claro que ellos son los que mandan.

No se da la presencia de azores. Es una especie mal considerada por los expertos, al ser un animal de reacciones imprevisibles, con peligro así para la integridad física de los seres que estén a su alrededor.

Fuente:J.R.S Canarias7.es

ACEC Por la Caza y su Preservación