viernes, 17 de enero de 2014

Aquí se usan productos fitosanitarios hasta cinco veces más que en Holanda´

Federico González Moreo es biólogo

Cristóbal D. Peñate El biólogo Federico González Moreo (Mallorca, 1980) es el técnico de la Asociación Veterinaria para la Atención a la Fauna Exótica y Silvestre (Avafes) de Canarias, con la que colabora desde 2011 para desarrollar diferentes proyectos de educación ambiental. Actualmente trabajan en el Programa Antídoto, que trata de acabar con el uso ilegal de veneno para animales en el medio natural. Este biólogo advierte que en Canarias se usan cinco veces más productos fitosanitarios que en Holanda.

¿Cuál es el origen de Avafes?
El origen está en la Facultad de Veterinaria de Barcelona, donde un grupo de estudiantes, cansados del enfoque químico, productivo y comercial de la carrera, le empezaron a dar un enfoque más relacionado con la fauna silvestre y exótica. Lo que se puede llamar veterinario bichero, al que le gusta más el mundo de la conservación o de la sostenibilidad.
¿Canarias es sensible con en la conservación de la fauna?
En Canarias hace 17 años que se juntó un grupo de veterinarios para fomentar la formación accesoria. Avafes Canarias ha tomado otro rumbo, está diferenciada como una organización que tiene unas miras mucho más allá de lo que es el papel de asesoramiento. Se centra en la reducción de los problemas a través de la educación ambiental.

¿En qué proyectos trabajan?
'Yo conozco mi zona' es el proyecto bandera de la asociación. Lo importante es trabajar con los niños para que desde pequeños se les enseñe lo importante que es hacer actividades que ayuden a la sostenibilidad. Ya ha pasado un tercio de los colegios de primarias de Gran Canaria. Hay más de 5.000 niños que se han convertido en 'vigilantes verdes'.
Ahora están especialmente preocupados por el veneno.
Es importante la lucha contra la amenaza de la biodiversidad. Uno de los problemas importantes en Canarias es el uso de veneno. En un seminario que hicimos se sentaron las bases para que la gente empezara a identificar el problema. Porque el veneno es un problema que no existe, es silencioso, y para la Administración pública es complicado venderlo. Si no trabajas en él, no existe, y tienes que dedicar recursos no para eliminarlo, sino para identificarlo primero. Tras salir a la luz hay que trabajar para reducirlo. Es complejo.
El veneno contribuye a la extinción de algunas especies.
-Lo que hace la asociación es dar formación a los veterinarios en temas de conservación de la fauna salvaje, exótica y silvestre, algo que en la facultad no se daba.
¿En qué consiste exactamente el Programa Antídoto?
El uso de veneno era legal en España hasta 1983. La Administración pública fiscalizaba los envenenamientos. Ibas con las patas de jinetas o de zorros y te daban el dinero, o los huevos con veneno inyectado. Era algo fomentado.
¿El envenenamiento es ahora el gran problema?
Llega un momento en que los envenenamientos empiezan a ser un problema y se regulan. Entonces se pasa de envenenamientos masivos con cebos enormes para coger una oveja o una cabra o una vaca, a la sofisticación. Al ser una actividad ilícita, se pasó a hacer los cebos más pequeños y más sofisticados, escondidos, con cápsulas en el interior. Entonces una serie de ONGs se juntan y dicen que hay que acabar con eso. Se hizo entonces una estrategia nacional para el control de cebos envenenados y nació el Programa Antídoto.
¿La Administración se implica, es sensible al problema?
Hay una voluntad política de identificar como una problemática dañina y de destinar recursos a la lucha contra el veneno. El problema es que en el sistema de prioridades de los políticos el medio ambiente está el último, y dentro de él hay otras prioridades, como los residuos o el cambio climático. El veneno quizá no ha sido tomado con la importancia que tiene. Se destinan recursos a otras cosas y con el veneno tenemos que llorar para que lo tengan en cuenta.
¿Hay especies canarias que pueden desaparecer?.
El guirre o el cuervo están en peligro de extinción. Su principal causa de muerte en Canarias es el veneno. En Gran Canaria seguramente la extinción del milano real se debió al veneno. El veneno, como es indiscriminado, golpea en unas poblaciones grandes y el efecto es muy elevado.
Pero es ilegal.
El uso del veneno no selectivo es ilegal para las legislaciones europea, nacional y autonómica.
¿Tampoco se permite para matar a depredadores?
No. Solo están permitidos algunos productos legalizados, pero con una serie de condicionantes. Como el que las ratas se desangren por dentro. El uso de cebos envenenados principalmente se hace con fitosanitarios, productos que se utilizan para las plataneras o para los cítricos. Media cucharita puede matar a un hombre de noventa kilos. Estamos hablando de animaladas que se están usando en el plátano para el lagarto o en el chorizo para matar al perro que entra en un establo.
O sea, que cada uno va a defender a sus animales, aunque de paso se cargue al resto.
-Es que hay un desconocimiento por parte de la sociedad cuando elabora un cebo porque no sabe las consecuencias que puede tener más allá de que va a matar a un animal. El daño puede ser masivo. Y lo peor es que a pesar de poner tanto veneno siguen teniendo lagartos y ratas.
¿Contra qué animales se pone veneno en Gran Canaria?
Depende del sector. El ganadero a lo mejor lo pone para los perros de los cazadores que les matan las cabras. Si son animales domésticos, a lo mejor es contra el perro del vecino. Los agricultores pueden tener problemas con ciertas aves. También contra los gatos salvajes en el campo.
¿Los productos están prohibidos?
El 80% de los casos analizados en Canarias son de productos ya prohibidos por la UE debido a su elevada toxicidad. La gente lo compra en cantidades industriales y es un veneno capaz de matar a toda la provincia. Es una animalada. Mucha gente no conoce ni los efectos tóxicos peligrosos que tienen los productos que maneja.
¿Manejamos niveles muy elevados en Canarias?
-En Canarias se utiliza hasta cinco veces más de productos fitosanitarios por hectárea que en países como Holanda, donde estos productos se usan un montón porque su principal cultivo son las flores, que atraen mucho a los insectos. El producto que te venden es una bomba que tienes que diluir. Un litro es suficiente para eliminar cientos de miles de aves. Si ese producto cae en un depósito de agua, un día la vamos a liar.
La agricultura canaria es muy específica.
El tipo de agricultura intensiva que ha habido en Canarias, como el tomate o el plátano, ha llevado a ser sensible a determinada plaga que podía afectar a una actividad económica. Se ha utilizado el veneno de una manera desproporcionada. Según estudios hechos, todas las personas que viven en Canarias tienen residuos de DDT, a pesar de que ya se prohibió. Esa metabolización del DDT continúa en el medio ambiente porque es un contaminante persistente. Y luego llega a nosotros a través de los alimentos que plantamos. Tiene un efecto brutal.
¿Por qué se abusa tanto del veneno?
Antes regalaban televisores por comprar más cantidad. Si comprabas dos cubas grandes, te daban un televisor y hasta una motocicleta. Se fomentaba el producto de esta forma porque era un negocio. Ahora no, porque es el ingeniero el que dice cuánto necesita.
¿Cuáles son nuestras especies más amenazadas?
El cuervo, el guirre, la aguililla las especies carnívoras y carroñeras. En el 85 se extinguió el guirre, también el milano real, aunque seguramente no solo por el uso de cebos envenenados. El cuervo no se ha extinguido todavía, pero solo quedan diez o doce parejas en Gran Canaria.